martes, 6 de noviembre de 2007

Me encantan los jardines, nunca he cultivado alguno, sólo dibujo flores, siempre dibujo flores en hojas en blanco.
Existen flores silvestres, que nadie siembra, y son pequeñas, y a la vez xon tan fuertes. Pocos las aprecian, casi no se ven, pero todas juntas dan colorido al paisaje. Hasta las flores marchitas me parecen hermosas.
Las flores nos acompañan siempre: cuando te casas... cuando te mueres. Nos alegran la vida, nos alegran la muerte. Su color y su olor te cautivan, te envuelven en su suave aroma, ¿te recuerdan algo? Seguro sí, a todas las mujeres alguna vez les han regalado flores.